La Oruga Procesionaria, un peligro para tus mascotas

Con el final del invierno llegan los días más largos y calurosos, es más agradable salir y nuestro entorno vuelve a cobrar vida. Pero es en estas fechas cuando la Oruga Procesionaria abandona su nido y toma el suelo, algo que resulta peligroso para nuestras mascotas (sobre todo para los perros). Conoce más sobre esta plaga de insectos y cómo actuar ante ellos.

El peligro de la Oruga Procesionaria

Esta oruga, típica en las regiones Mediterráneas, vive sobre todo en zonas boscosas (normalmente en pinos comunes) aunque, debido al cambio de clima, cada vez es más común encontrarlas en zona urbanas.

Lo primero que veremos son los nidos, que colgando en las ramas de los árboles (normalmente pinos comunes) , albergan las larvas que se alimentan de sus hojas. Si bien sabemos que son un peligro una vez abandonan el nido, no resultan menos dañinas para su entorno mientras se encuentran en él, pues pueden llegar a defoliar hectáreas durante esta fase.

Aproximadamente entre Febrero y Marzo, esta oruga llega a su estadio más peligroso. Este es el momento en el que abandonan el nido para enterrarse en el suelo a pupar (crear su crisálida). Lo más peligroso es su sistema de defensa, formado por unos 500.000 pelos urticantes que son como dardos envenenados. El tamaño reducido de estos pelos junto a la facilidad para desprenderse de su cuerpo hacen que sea arriesgado incluso pasar cerca de una zona con esta plaga.

La Prevención, el primer paso para evitar daños

Igual que ante muchas situaciones, el prevenir es lo más efectivo para evitar cualquier daño. Así pues, deberemos evitar acercarnos a una zona que sepamos que está afectada, aunque solo veamos los nidos pueden haber orugas cerca que pasan desapercibidas para nuestros ojos.

Si por cualquier razón encontramos orugas procesionarias durante nuestro paseo, lo mejor será abandonar la zona vigilando en todo momento que nuestra mascota no se pare, prestando especial atención si vemos que se acerca a olisquear algo. Podemos informar a las autoridades pertinentes de la zona afectada, pues quizás puedan tratar esta plaga.

Síntomas y Actuación

 Deberemos preocuparnos si nuestra mascota presenta algunos de los siguientes síntomas:

  • Mueve la cabeza de una forma no habitual o la restriega por el suelo.
  • Se le hinchan los ojos, cara u hocico.
  • Jadea y saliva
  • Le cuesta respirar.
  • No puede cerrar la boca (debido a la hinchazón de la lengua).

Ante estos síntomas o si hemos presenciado el contacto del animal con las orugas debemos ir inmediatamente al veterinario. Seguiremos estos pasos:

  • Sacaremos al animal de la zona.
  • Comprobamos que respira bien.
  • Examinaremos la lengua o zona afectada para observar su estado.
  • Lavaremos la zona afectada, lo ideal es el suero fisiológico pero, si no disponemos de él, agua un poco caliente nos servirá. Lavaremos la zona procurando que no entre agua en la boca (si es en la lengua debemos echar el agua hacia fuera) y sin frotar pues los pelos se podrían romper facilitando la liberación de más toxinas.
  • Acudimos de inmediato al veterinario más cercano.

Si vives en una zona afectada por esta plaga o cerca, puedes hablar con tu veterinario para que te prepare un botiquín de primeros auxilios en caso de contacto. Aunque deberás llevarlo al veterinario enseguida, los productos adecuados pueden evitar que los daños sean peores.

Nuestros animales de compañía están bajo nuestra responsabilidad y en estas fechas debemos vigilarlos especialmente y actuar rápidamente si presenta cualquier comportamiento extraño.

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