El Shinrin-yoku, que podríamos traducir como “baño de bosque” es un tradición ancestral en Japón y consiste, como su nombre indica, en adentrarse en el bosque para desconectar de nuestra rutina diaria y relajarnos. Parar para poder continuar. ¿Quieres practicarlo?
Beneficios del Shinrin-yoku
En Japón, cada año 5 millones de personas recurren al shinrin-yoku para tratar la ansiedad y la hipertensión. Esta práctica es tan importante que forma parte del programa de salud nacional japonés desde la década de los 80. Para ellos se trata de “absorber el bosque a través de los cinco sentidos”.
Aunque es sobre todo una medida preventiva, un hábito que nos beneficia en muchos sentidos, los beneficios van mucho más allá de una escapada para relajarse y desconectar en el bosque. Gracias a las características de los árboles y demás vegetación, los bosques desprenden unos aceites naturales que hacen una función de aromaterapia ayudándonos a fortalecer nuestro sistema inmunitario, a relajarnos y a conectar con nosotros mismos. Un paseo de unos horas por el bosque nos puede ayudar a gestionar mejor nuestros nervios calmando así nuestra ansiedad.
¿Cómo se practica?
Como os contábamos, no sólo se trata de ir a pasear por el bosque, se trata de hacerlo de manera consciente. Un buen baño de bosque sería, por ejemplo, una excursión de unas tres horas, sin prisas ni carreras, sin forzar nuestro cuerpo. Es imprescindible vivir el momento y el lugar y adquirir consciencia de los árboles, las plantas y los animales que nos rodean. Toda tu atención debe concentrarse en el bosque. Si durante tu paseo encuentras algún lugar en el que te sientes especialmente bien puedes detenerte a meditar, leer o simplemente descansar.
No olvides de tomar las precauciones necesarias para que tu escapada al bosque sea segura: infórmate del recorrido que harás con antelación, lleva bebida (y comida si es necesario) y vístete adecuadamente. Aunque no vayas a practicar deporte, un calzado y ropa cómoda es imprescindible.
No puedes viajar por el camino hasta que no te conviertes en el camino en si mismo. Buda.