Los gatos tienen fama de “ir a la suya” pero la verdad es que son animales muy cariñosos y tan fieles como un perro. Aunque su “frialdad” hace que mucha gente crea que educar a un gato no es posible lo cierto es que si, y como miembro de la familia se le debe enseñar las normas de comportamiento. Hoy te traemos unos consejos para que la tarea de educar a tu gato sea más fácil.
Antes de adoptar a un gato debemos estar seguros de que podremos cuidarlo como se merece, aunque sean más independientes debemos ponerle comida, limpiar su arena y asegurarnos de que vive en un estado saludable.
Dormir
Los gatos no suelen dormir solo en un lugar, van durmiendo un ratito en la cama, otro en el sofá, otro en una silla…si no queremos que duerma en algún lugar en concreto deberemos demostrarle con una actitud firme y siempre con las mismas palabras que ahí no puede estar.
Comer
Consulta con tu veterinario qué dieta es la más adecuada para él y qué cantidad de comida necesita. Ten el recipiente de su comida siempre limpio pues si está sucio no va a querer comer en el, los más recomendados son los de aluminio pues no retiene olores.
Hacer sus necesidades
Los gatos no se tienen que sacar a pasear para que hagan sus necesidades, ellos tienen su cajita de arena en casa. Basta con que le enseñes de pequeño donde tiene la caja para que lo entienda y la utilice siempre. Procura que la caja sea accesible para el, que esté limpia y en un lugar tranquilo.
Estar en casa
Los gatos que se pasan el día en casa tienden a buscar aventuras en su entorno. Subir a ese mueble tan alto, saltar, … Debemos ser firmes con la educación y nunca infringir un castigo físico, con llamarle la atención basta. También debemos buscar un sitio para que se afile las uñas, hazte de un rascador y así no te destrozará ningún mueble.
Si tu gato tiene un comportamiento excesivamente violento o no te hace caso de ninguna de las maneras pídele consejo a tu veterinario pues él te sabrá guiar en esta ardua tarea. Recuerda que es tu responsabilidad que el animal sea feliz y sepa convivir en armonía.
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