El término “estrés” se ha utilizado ampliamente en biología para describir un conjunto de cambios fisiológicos y de conducta desencadenados por un estímulo aversivo. Dawkins define el sufrimiento en animales como “soportar una experiencia cualquiera dentro de un rango amplio de estados subjetivos desagradables con dos características: que sean molestos o no placenteros y que sean severos o extremos”.
No obstante en la actualidad, se ha sugerido que el término “estrés” debería usarse sólo en casos en los que la situación a la que se enfrenta el animal excede la capacidad de regulación del organismo, especialmente cuando dicha situación implica un cierto grado de imprevisibilidad y falta de control. Varias áreas del cerebro están involucradas en la organización de las repuestas a estímulos que lo producen, y estas áreas interactúan ampliamente entre sí. Aunque ya tenemos identificados ciertos núcleos de estrés en los animales y que vienen determinados por factores como:
- SOCIALES: Aislamiento, densidad alta de animales, mezcla de ellos, peleas, destete…
- AMBIENTALES: Cambios de temperatura y humedad relativa, ventilación…
- MANEJO: Miedo a las personas, malas técnicas en el manejo o demasiado agresivas, transporte…
- ALIMENTACIÓN: Falta de agua, falta de alimento, alimentación no apetente…
- PATOLÓGICOS: Enfermedad, dolor, infecciones….
Los factores de estrés tienen un efecto aditivo. Esto significa que cuando varios factores estresantes inciden sobre el animal al mismo tiempo, la respuesta de estrés resultante será mayor que si el animal fuese expuesto a un solo factor estresante, generando un efecto exponencial.
¿CÓMO PUEDE EL ESTRÉS AFECTAR AL RENDIMIENTO DEL ANIMAL?
La respuesta de estrés incluye varios cambios que pueden tener efectos negativos sobre el rendimiento de los animales de granja. Estos efectos radican especialmente en cambios del sistema inmunitario lo que propicia una vulnerabilidad a enfermedades y patologías, mucho mayor que un animal en buenas condiciones, y como pasa con las personas la disminución de la ingesta de alimento y de la rumia y la reducción de la fertilidad, entre otros (a nosotros nos sucede con la libido).
Entre dichas patologías detonadas por un sistema inmunológico sin defensas, se incluyen las enfermedades respiratorias infecciosas y la infección por Salmonella spp. Se ha demostrado, por ejemplo, que el estrés durante el transporte aumenta la incidencia de neumonía causada por el herpes virus bovino tipo-1 en terneros, la neumonía causada por Pasteurella spp.
RIESGOS QUE PRESENTA PARA LA SALUD HUMANA
Nuestra preocupación es el bienestar animal, pues es un factor clave tanto para el animal, evitando sufrimientos innecesarios, como por el riesgo potencial que puede significar para la salud humana. Y aquí entra en juego nuestro papel, velar por una salud y sistema inmunitario potente, reforzado y preparado para cualquier situación a través del desarrollo de productos basados en Aceites Esenciales naturales, lo que protege al animal y también a nosotros en el consumo de sus productos. Además hablamos de un estimulante de las defensas del animal, para los cambios metabólicos que experimenta y para disminuir algunos de los factores detonantes de estrés anteriormente mencionados, y sobre todo en los casos de Alimentación y Patológicos.
Recordemos que uno de los mayores beneficios de los Aceites Esenciales es favorecer la resistencia a los microorganismos del entorno, al contrario de los antibióticos, que no promueven que el sistema inmunitario del animal sea resistente a determinadas bacterias más fuertes y causantes de enfermedades en animales y transmitidas a humanos como la Salmonela, Campylobacter, Enterococci y E. Coli.
Recuerda que animales sin estrés, implica animales más sanos y «felices», lo que les permite generar productos alimentarios saludables y nutritivos para los humanos.
Un comentario en “¿Estresad@? Los animales de granja también se estresan, lo que repercute en su salud y la nuestra”