Puede que aún estés de vacaciones o puede que ya hayas vuelto a casa, de cualquier forma lo que es seguro es que tendrás un montón de momentos y lugares que recordar. Hoy te damos tres ideas para que hagas tus propios recuerdos de las vacaciones con elementos naturales de los lugares que has visitado.
Recuerdos Enfrascados
Necesitas: Un frasco de vidrio o plástico (puedes elegir el tamaño que más te convenga), arena, fotos y los elementos que tengas recogidos (pechinas, troncos, piedras, …), madera o etiqueta de papel para escribir el nombre del lugar.
¿Cómo se hace? En el fondo del frasco ponemos la arena o tierra y colocamos los diferentes elementos y fotos de la manera que más nos guste (sobretodo que se vea bien a través del frasco). Escribimos el nombre del lugar y decoramos el frasco al gusto.
Rama-Colgador de Fotos
Necesitas: Una rama pulida (si la recoges mientras estás de vacaciones será más auténtico), cinta adhesiva, hilo, fotos, clavos para colgar la rama en la pared.
¿Cómo se hace? Corta el hilo con una medida suficiente para que las fotos cuelguen (puedes hacerlos de varias medidas distintas) y engánchalo con cinta adhesiva a la foto. Anuda el hilo en la rama y ponle a ésta los clavos para colgarla de la pared. Ahora solo te falta elegir el mejor lugar de la casa para colgar tus fotos de las vacaciones.
Piedras Pintadas
Necesitas: Piedras del lugar que hayas visitado, rotuladores o pinturas.
¿Cómo se hace? Limpia bien las piedras para que quede rastro de arena u otros elementos. Cuando estén secas, dibuja en ellas motivos que te recuerden el sitio en el que has pasado estos agradables días (puedes escribir el nombre del lugar o dibujar conchas si has estado en la playa, hojas de alguna planta que te haya impresionado en la montaña, etc
Deja volar tu imaginación y ponte creativo, seguro que tendrás los mejores recuerdos y nadie más los tendrá iguales. Es una forma original de recordar tus vacaciones y, de paso, decorar tu casa con un poco de naturaleza. Sobretodo recuerda no dañar el lugar, coge solo aquellos elementos que no vayan a perjudicar el equilibrio natural.